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Barcelona 4-1 Real Sociedad: El Barça vuelve a golear con el sello de su mejor fútbol.


El Barcelona volvió a golear, esta vez a la Real Sociedad (4-1), pero lo hizo recuperando su mejor versión del fútbol que le ha hecho casi invencible en los últimos años, con un juego de toque y control, especialmente en el primer tiempo, en el que cuajó un acto casi perfecto.
Para muchos barcelonistas, lo acontecido en la primera parte fue un regreso a la normalidad, a contemplar a un equipo que cuando hace lo que mejor sabe hacer es difícil de doblegar, en este caso frente a una Real que aún está muy lejos de la versión de la temporada pasada que lo catapultó a la Liga de Campeones de este año.

Al Barcelona le salió una primera parte redonda, en la que la vuelta a los orígenes, con el fútbol de toque y control, todo ello combinado con el buen momento mostrado por Xavi e Inista, permitió a los azulgrana firmar los mejores 45 minutos de la era Tata Martino.

A pesar de unos interesantes instantes de la Real, agobiando a los azulgrana para sacar el balón y cerrando con cordura las líneas de pase en el centro del campo, las buenas intenciones se quedaron a medio camino, cuando el Barcelona ya en el minuto 10 iba por delante 2-0.

Antes del arranque explosivo de los azulgrana contra la meta de Bravo, la Real tuvo una inmejorable ocasión, después de que Seferovic se quedase con un balón, cuando Busquets chocó con su compañero Mascherano -ambos quedaron inhabilitados en el suelo-, y el fuerte disparo acabó con el balón estrellado en el travesaño.

El Barça abrió la lata en un error de comunicación entre Cadamuro y Bravo; el balón se paseó entre ambos y Neymar se lo encontró para marcar su primer gol en la Liga (1-0).

Otra vez Neymar en un contragolpe letal, recorrió la banda izquierda, vio a Messi en el palo largo y le envió un pase medido para que el argentino, en plancha, marcase el segundo tanto (2-0), en el minuto 8.

El momento del brasileño pudo haber sido cuando en el minuto 10, tras un pase en profundidad de Iniesta, intentó un sombrero a Bravo, que le hubiese dejado con la portería vacía, pero el meta estuvo acertado para tocar la pelota.

La Real, sin goles en los últimos dos partidos de Liga, además del encuentro de la Liga de Campeones, no daba muestras de que fuese a romper esta tendencia en el Camp Nou, todo lo contrario, e incluso el recorrido del partido apuntaba a que estaba mucho más cerca de encajar una goleada. Un nuevo error de la defensa donostiarra en el 18 habilitó a Neymar, cuyo centro no encontró un remate preciso.

El Barça estaba crecido ante una Real que sufrió el castigo que otros muchos equipos en la Liga han padecido ante la mejor versión del equipo catalán, cuando sus jugadores están finos y precisos en el pase.

El monólogo azulgrana en el centro del campo se destapaba en ocasiones con una carga contundente hacia la meta de Bravo, como en el 23 cuando en una jugada de mucha intensidad el balón acabó en Messi, quien lo intentó de taconazo y después con un disparo al larguero. El balón lo desvió como pudo Griezmann, y Busquets fuera del área lo envió al fondo de las mallas (3-0).

En pleno espectáculo azulgrana, llegó en el 36 una jugada total, con dos taconazos de Iniesta y Xavi, y con participación de Messi e Neymar, con pases cortos y calculados. A pesar de no convertirse en el cuarto tanto, el Camp Nou agradeció con un estruendoso aplauso una jugada excelsa.

La Real cerró la primera parte con un disparo de Griezmann que atajó Valdés en el suelo, después de que los culés desperdiciaran también un par de claras ocasiones para ampliar el marcador.

En el segundo tiempo, el Barça volvió a avasallar en el arranque a su rival, que en diez minutos salvó como pudo los muebles en tres ocasiones de gol cantado; dos de Messi y una de Neymar.

En un partido que podía ir con goleada local, la Real enmudeció el graderío cuando Agirretxe hizo un control extraordinario del balón, en una acción en la que Piqué falló, y la pelota cayó en los pies de De la Bella, que sólo tuvo que empujarlo a gol (3-1).

El susto para el Barcelona pudo haber sido mayor, de no efectuar Valdés una doble intervención a disparo desde fuera del área.

La Real había encontrado su momento en el partido. Liberados de tres partidos sin haber marcado ni un solo gol, los de Jagoba Arrasate no se amilanaron y cuando vieron pasillos claros se lanzaron al contragolpe, como en el que Griezmann desde fuera del área estuvo a punto de marcar el segundo, pero una nueva intervención de Valdés evitó el tanto.

El Barcelona frenó las ansias del equipo donostiarra, cuando Messi se volvió a arrancar en una jugada de conducción, llegó hasta la línea, lanzó un pase de la muerte que encontró el pie de Bartra, que se había sumado al ataque (4-1). A pocos segundos del final, Alexis envió un balón al palo.

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