De las canchas a las armas.

De ser una promesa alemana a un grupo radical islamita.

Tenía 20 años cuando decidió abandonar el futbol para unirse a grupos islámicos radicales (yihadistas) con el propósito de buscar la paz en Oriente Medio a través de las armas. En 2008, con una carrera prometedora por delante, Burak Karan colgó los botines para agarrar pistolas y metralletas. Cinco años después, el ex jugador alemán encontró la muerte el pasado 11 de octubre tras un ataque aéreo en Siria, país donde combatía contra el régimen de Bashar al-Assad.

“Burak me dijo que el dinero y su carrera no eran importantes para él y en vez de eso, comenzó a buscar continuamente vídeos en Internet sobre zonas en guerra”, declaró su hermano Mustafá Karan al diario Bild.

Burak Karan llegó a formar parte de los seleccionados juveniles alemanes, principalmente de la categoría Sub-17, equipo con el que llegó a figurar junto a elementos como Sami Khedira y Kevin-Prince Boateng. Surgido del Hertha Berlín, Hannover 96 fue el club que empezaba a despuntarlo cuando se enroló a las filas yihadistas.